Dado que un filamento de miosina tiene del orden de 500 cabezas de miosina y cada una de estas puede pasar por las cuatro fases cientos de veces en un segundo, la velocidad media de deslizamiento de los filamentos delgados sobre los filamentos gruesos puede ser, en un músculo promedio, de unos 15 micrómetros por segundo. Ahora bien, teniendo en cuenta que una sarcómera tiene una longitud en reposo entre 2,5 y 3 micrómetros, y que el deslizamiento, en caso de que sea corte durante la activación muscular, puede ser de 0,1 micrómetros hasta la mitad de la longitud del sarcomérica, es decir, entre 1 y dos micrómetros, entonces el tiempo empleado en este deslizamiento variará entre 6 milisegundos y 130 milisegundos. Es conveniente tener presente que el músculo siempre trata de aprovechar al máximo sus cualidades elásticas, antes de derrochar energía en grandes deslizamientos. En realidad, billones de cabezas de miosina interactuando con las moléculas de actina varios centenares de veces por segundo son las que producen la fuerza muscular necesaria para la realización de saltos o levantamientos de pesos en fracciones de segundo.

González Badillo, J. J. y Ribas Serna, J. (2018), Determinantes fisiológicos de la fuerza y la potencia muscular, Programación del entrenamiento de fuerza (pp. 43 Y 44). INDE (E.d.)

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